Directorio y Colaboradores

Nuria Ferrer Meli

Traductora Bilingüe
Pasante particular Matemática, Física y Química
Directora de ENOC

En el año 1978, Nuria comenzó a participar en el grupo de oración que presidía Néstor, quien era muy joven, y al año siguiente ella también formó un grupo de oración.

Desde 1984 a 1990, trabajó como secretaria en la oficina de la fundación y también realizó traducciones español-inglés de libros escritos por nuestro fundador, labor que desarrolla también en la actualidad. En paralelo, participó en el grupo de nuestra institución que promovía valores y principios en la juventud.

En 2004, cuando se dio personalidad jurídica a Fundación ENOC, se integró como directora y secretaria ejecutiva en dicha entidad, y por más de 9 años se encargó de la tesorería.

En 2019, asumió la responsabilidad de directora ejecutiva en Fundación Vida, Salud y Ciencia, institución que nació de ENOC y que desde su creación se ha dedicado a promover, bajo una mirada ecuménica, valores y principios universales en pro de la vida, frente a todos los desafíos que enfrenta el mundo en esta área tan importante como es la salud, la ciencia y la tecnología.

“El objetivo principal es inspirar a las personas a que, en sus distintas áreas, promuevan una mirada que comprenda valores, principios universales y espirituales. Es orar por nuestras autoridades y líderes para que busquen en Dios las respuestas a los grandes desafíos que enfrentan diariamente. Acompañarlos en una amistad sincera, sabiendo que mientras más responsabilidad tienen, más solos se encuentran y a veces no tienen a quien recurrir. Es brindarles apoyo en oración por las distintas necesidades que enfrentan, tanto familiares como también en la responsabilidad que demandan sus cargos”, destaca Nuria sobre la labor de ENOC.

En lo personal, comenta que la oración “es relacionarme profundamente con Dios, nuestro Padre, expresándole con mis propias palabras lo que hay en mi corazón, y la necesidad que tengo de buscar en Él la fortaleza, protección y ayuda en los distintos desafíos diarios; como así también interceder por los demás, por nuestra familia, amigos, incluso por nuestros enemigos; por nuestros gobernantes y por todas las autoridades, por nuestra nación y el mundo, etc. Hay muchos motivos de oración. Esta práctica diaria nos hace crecer en la relación con Jesús y nos hace ser agradecidos por su inmenso amor hacia nosotros. Durante estos más de 40 años, he sido responsable de varios grupos de oración, lo cual ha sido una experiencia muy motivadora, al poder compartir enseñanzas de Jesús, orar y tener una amistad sincera para fortalecernos juntos en la fe y en los principios y valores espirituales universales que Dios nos inspira en el sagrado libro de la Biblia, enriqueciendo nuestra vida interior y, por consecuencia, nuestro comportamiento en nuestra vida diaria”.

Así también, resalta que “la amistad es un tesoro que he ido aprendiendo a través de los años, con el ejemplo de Jesús que nos amó primero.  ‘En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempos de angustia’, dice Proverbios 17:17.  Tener un amigo es amarlo con el amor que Jesús nos enseña, significa servirlo, entregarle vida, y valores fundamentales como la lealtad, la sinceridad, el compromiso, como así también estar dispuestos a perdonar. Néstor, nuestro fundador, ha sido un gran amigo para mí; él ha sido un soporte espiritual a mi vida por más de 40 años, en momentos buenos y en momentos no tan buenos. Nos ha inspirado en los maravillosos principios de Jesús, como la unidad y el amor, lo cual ha permitido mantener una amistad sincera y abierta entre todos los que participamos hace tantos años en la fundación, la cual extendemos día a día con quienes se van integrando, ocupados unos por otros en las distintas necesidades y desafíos que tiene cada uno, estando presentes para apoyar, acompañar y animar a quien lo necesita, como así también alegrarnos y disfrutar de los logros de todos”.

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“Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias a Dios por toda la humanidad. Se debe orar por los que gobiernan y por todas las autoridades, para que podamos gozar de una vida tranquila y pacífica, con toda piedad y dignidad”.

1 Timoteo 2:1-2